Better Work celebra que su programa Igualdad de Género y Retorno, que tiene el objetivo de mejorar las perspectivas profesionales de las mujeres, ha beneficiado a 106 aprendices en diez fábricas alrededor del mundo. Cabe resaltar que esta iniciativa se ha puesto en marcha en regiones vulnerables, donde las trabajadoras de las maquilas sobreviven en condiciones de precariedad, tal como es el caso de Bangladesh.  

El programa Igualdad de Género y Retorno, originado por la Organización Internacional del Trabajo y la Corporación Financiera Internacional, tiene como objetivo abordar los desequilibrios de género en la industria indumentaria, así como capacitar y brindar oportunidades de progreso a las trabajadoras. La idea primordial es profesionalizar a las mujeres costureras, para que accedan a puestos de supervisión. De esta manera se busca romper con las barreras de género que históricamente han limitado las alternativas de crecimiento de las obreras.   

En un estudio realizado por Better Work en dos fábricas de ropa en Bangladesh, se encontró que el programa promovió cambios notables en las participantes. Sin embargo, también se hizo evidente que es necesario reforzar el diálogo entre la planta laboral de varones y las trabajadoras, para así construir ambientes propicios donde sean tomadas en cuenta las condiciones específicas de cada persona. Esto incluye crear espacios para las supervisoras embarazadas o lactantes.   

El caso de Bangladesh resulta sumamente esperanzador, ya que, según el Índice de Derechos Globales de la Confederación Sindical Internacional, este país es uno de los peores en cuanto a derechos laborales.  

Tan solo el año anterior, una investigación elaborada por la Universidad de Aberdeen en Escocia y Traidcraft Exchange UK, reveló que las mujeres en las maquilas de Bangladesh trabajan en condiciones de explotación laboral y sin ninguna prestación. A esto se le suma el constante hostigamiento y la violencia sexual de la que son víctimas.  

Es importante resaltar que la industria indumentaria es uno de los pilares económicos de Bangladesh, pues representa el 85 por ciento de los ingresos por exportaciones y el 20 por ciento de su producto interno bruto. De ahí la urgencia de crear ecosistemas laborales más dignos, especialmente para las mujeres, quienes representan la mayoría de la mano de obra del sector. 

En este sentido, la periodista Alba Fernández Candial, del diario La Vanguardia, afirma que “involucrar a las mujeres en el mundo laboral no solo permite alcanzar la igualdad de género, sino que también sirve para impulsar la economía y promover el progreso en las regiones más pobres, donde niñas y mujeres quedan relegadas a un papel doméstico ignorando su potencial contribución a la sociedad y al mundo”. 

Desde nuestra trinchera, en Iniciativa Arropa, de Fundación Avina en conjunto con nuestras aliadas—, también seguimos trabajando para edificar espacios donde las mujeres tengan acceso a las mismas oportunidades que sus colegas hombres. De igual manera, continuamos con un tejido colectivo que incide en los marcos normativos y en las prácticas empresariales de la industria indumentaria en México, con el fin de apostar por la dignidad y la protección de las trabajadoras. 

Si quieres saber más sobre estos temas, te invitamos a revisar nuestra sección de Publicaciones.  

 

Fotografía de ONU Mujeres

** 

También te puede interesar: La violencia laboral contra las mujeres en la industria indumentaria